Puntuación: 4 de 5.

Cuando llegamos a una película arrastramos todo el cine que hemos visto antes. Los preconceptos y los puntos de vistas nublados por un montón de fotogramas que ya han desfilado por nuestros ojos y se han instalado en algún lugar de nuestro disco duro. La cita con Pig (2021) del director debutante Michael Sarnoski no fue diferente. El tráiler me hizo formarme una idea de los eventos y hasta anticipar el desenlace de la aventura de su protagonista. Grata sorpresa fue ver como esa idea preconcebida se fue desmoronando a medida que el filme se desarrollaba.

Hace ya un buen tiempo que a Nicolas Cage lo vemos en una increíble cantidad de proyectos y el veterano actor parece estar tomando todo lo que cae en sus manos. Imposible encontrar un rango pues sus roles han sido tan variados que no deja espacio para medir. Fue tal vez eso lo que permitió que aceptara el rol protagónico en esta Pig. Cage no necesita probar a nadie su talento y la capacidad que tiene para meterse en los personajes y una vez más nos enseña su calibre como interprete.

Un hombre solo

Robin (Nicolas Cage) ha decidido retirarse en un bosque alejado de la civilización. Sus días se pasan en una absoluta monotonía y con su cerdo buscador de trufas como su única compañía. Su tranquila vida se trastorna cuando unos desconocidos lo agreden y le roban su querido cerdo. Tras este evento Robin se ve obligado a salir de su espacio seguro en el bosque y volver a la gran ciudad tras la pista de sus agresores. Luego de plantear su premisa el guión de Vanessa Block y el propio Michael Sarnoski se mueve de manera ágil al centro de la acción. Con detalles sutiles nos invita a profundizar en los personajes, de manera especial en ese misterioso Robin. Si bien el presente es el tiempo que impulsa la historia, en el pasado yacen los elementos que más fuerza le aportan al discurso del director.

Pig
Pig (2021)

Lo que empieza como una búsqueda implacable de un hombre sin nada que perder, termina en un viaje introspectivo que toca múltiples vidas. Primero es Amir (Alex Wolff), el único vínculo de Robin con el mundo fuera del bosque. Cuando se contrastan Amir comienza a expandir su universo y a mirar su mundo desde una perspectiva diferente. Luego le toca a Darius (Adam Arkin) el exigente padre de Amir. El encuentro de Robin y Darius prueba ser el más exigente y determinante. El duelo pasa a ocupar el asiento principal y lo que Pig nos propone es un ensayo sobre como el duelo define la vida y hace replantear el valor de las cosas.

El universo visual de Pig es un verdadero deleite y la fotografía de Patrick Scola nos ayuda a interiorizar este retrato íntimo que nos sirve el director. La transición desde el calmado bosque a la turbulenta ciudad es la línea paralela que acompaña al protagonista en su viaje interior y la cámara de Scola es la que ilumina el camino. Prescindiendo de artilugios y efectismo el director maneja un tono sobrio y directo que tiene la capacidad de presentarnos personajes profundos con los cuales podemos relacionarnos y justificar sus acciones.

Una muy buena carta de presentación la que enseña Michael Sarnoski. Comandada por una muy buena actuación de Nicolas Cage Pig es una película contundente y conmovedora.