Puntuación: 4 de 5.

Un logo retro de Warner Brothers nos da la bienvenida. Los títulos evocan un estilo de una época ya pasada. Bastan unos minutos y unos breves detalles para que No Sudden Move (2021) nos haga entrar en ambiente. Al ritmo de Curt Goynes (Don Cheadle) caminamos unas calles cualesquiera del Detroit de los 50 y a su paso el filme se delata como uno de esos noir que engalanaron la pantalla por aquellos días que alude el filme de Steven Soderbergh. Nostalgia a un lado, el veterano director concibe un neo-noir que es a la vez fiel a los conceptos originales del género y transgresor en medida justa evitando códigos obsoletos.

Podemos decir con confianza que Soderbergh camina por senderos familiares. Tal vez este sea su acercamiento más puro al género del cine negro pero su en extensa filmografía podemos encontrar muchos rastros de ese ADN. Out of Sight (1998), The Limey (1999), Traffic (2000) y hasta en la muy conocida saga Ocean’s con George Clooney y su combo. Con No Sudden Move entra de lleno en este mundo para llevarnos por una intrincada historia llena de giros inesperados, traiciones anunciadas, ambiciones sin límites y mujeres fatales.

La confianza es una trampa

Curt (Don Cheadle) recibe una llamada para un encuentro misterioso, en un callejón lo espera Jones (Brendan Fraser) para proponerle un trabajo. Aún cuando las cosas no pintan bien la paga es jugosa y Curt necesita cada centavo. Ronald (Benicio Del Toro) y Charley (Kieran Culkin) son los elementos que completan la plantilla para el encargo que Jones tiene preparado. El idílico   plan se descarrila y Curt y Ronald tendrán que trabajar juntos para descubrir quién les tendió la trampa y poder salvar su pellejo. El guión de Ed Solomon (Men in Black, Now You See Me) se apoya en elementos convencionales, pero les otorga a los personajes la fuerza suficiente para que se impongan ante los eventos de la historia. Aquí es más importante el trasfondo emocional y psicológico de cada uno de los protagonistas que las acciones que desencadenan sus actos.

No Sudden Move
Benicio Del Toro, Don Cheadle (Google Images)

Si los roles masculinos consumen la mayoría de los minutos en pantalla, los giros gravitan sobre dos personajes femeninos esenciales, dos femme fatale. Vanessa (Julia Fox) es la que nubla la mente de Ronald y lo maneja a su antojo y Paula (Frankie Shaw) empuja a Matt Wertz (David Harbour) hasta involucrarlo en un acto que pone su vida en peligro y detona una serie de eventos que tocan la vida de todos los personajes. El mundo de No Sudden Move late al ritmo de la intriga, la cámara y la edición (ambas a cargo del propio director) se aseguran de que ese suspenso se perciba en cada plano, mientras que la música de David Holmes (’71, The Laundromat) se adapta de manera perfecta para completar la propuesta narrativa de Soderbergh.

Don Cheadle y Benicio Del Toro se lucen en escena con perfiles que oscilan entre el drama intenso y el humor negro. Por su lado Soderbergh enseña la casta y compone una obra contundente, entretenida y que aprovecha a la perfección los recursos que ofrece este género cinematográfico.