Puntuación: 4 de 5.

Libra de la espada mi alma, del poder del perro mi vida.

Salmo 22:20

Seguro que bajo el polvo del viejo oeste norteamericano quedan muchas historias enterradas. Mucho ha cambiado desde la era de los arquetípicos westerns. El género ha encontrado vida una y otra vez gracias a directores que se arriesgan y la emprenden por senderos no explorados. La veterana Jane Campion se suma a esa lista y con El Poder del Perro (2021) nos deja un filme que rompe algunos moldes y se adentra en el perfil psicológico de los personajes para componer desde lo íntimo. Las acciones nacen de los deseos de los personajes, todo orbita en torno a sus anhelos más profundos y lo que sucede en primer plano siempre tiene un trasfondo más complejo.

Con el personaje de Phil Burbank (Benedict Cumberbatch) Campion desmonta la figura del vaquero norteamericano. En la forma y proceder Phil aparenta ser lo de siempre, la rudeza marca su paso y desde la mirada infunde terror. Hasta su hermano George (Jesse Plemons) le cede su espacio y procede con cautela. Los Burbank están en una posición privilegiada y su rancho les genera más que suficiente para vivir con sobrada holgura. La tranquilidad que llega con lo predecible se rompe cuando George conoce a Rose Gordon (Kristen Dunst) y a su hijo Peter (Kodi Smit-McPhee). El guión escrito por la propia Jane Campion se basa en la novela homónima de Thomas Savage y encuentra en estos cuatro personajes el apoyo perfecto para desarrollar una historia solida y que trascurre sin tropiezos.

El Poder del Perro

Lo grandilocuente de los paisajes contrasta con la sobriedad de los diálogos y los encuentros de los personajes. La inmensidad de esa tierra que contiene a los hombres sólo se puede minimizar cuando nos enfrentamos a lo infinito del alma humana. El duelo entre ese potente Phil y el tímido Peter escala con la misma fuerza conque esas montañas dominan el suelo por donde ellos pasan. El pasado de Phil es una carga muy pesada y Peter da muestra de que puede arriesgar todo para conseguir lo que quiere. El Poder del Perro crece con cada minuto y aún cuando en el camino deja migajas que nos permiten anticipar ciertas soluciones el poder visual con el que se presentan y la fuerza interpretativa hacen que el discurso se entregue de forma efectiva.

La cinematografía de Ari Wegner (Lady Macbeth, Stray) juega un papel fundamental y su cámara dibuja un escenario perfecto para que los personajes de Campion prosperen. Lo que es más obvio es cuando la historia le permite abrazar toda la anchura de esos campos, pero los momentos más memorables llegan con los primeros planos y con la cámara dejando que el espectador indague los más oscuros deseos que brotan de los personajes hasta con un simple parpadeo. El Poder del Perro se refugia en el personaje de Phil Burbank, pero es en ese Peter Gordon donde se encuentra el verdadero poder que golpea cuando menos lo esperamos.