¿Qué hubiera sido de Jack el Destripador o de Bonnie & Clyde en la era de las redes sociales? Tal vez tendrían legiones de fanáticos o su propia cuenta de Instagram o Facebook para ir compartiendo con el mundo sus andanzas. El documental de tres episodios de Netflix, No te metas con los gatos: Un asesino en internet nos enseña lo fácil que es perder la perspectiva en el mundo moderno. En la maraña del mundo virtual la realidad se puede tornar borrosa y hasta engañosa. Lo bizarro se hace norma y lo acostumbrado es castigado sin misericordia. Lo he dicho hasta la saciedad pero historias como la presente vienen para restregarnos en la cara que la realidad siempre va a superar a la ficción.

Los giros narrativos que ofrece la historia son impresionantes. Lo que comienza como una aventura cibernética de un grupo de ciudadanos indignados por un acto de barbarie, termina en los senderos del cine de terror. Un cruel vídeo que muestra a un hombre maltratando a unos gatos inicia una cacería virtual. Bajo la bandera de la justicia un grupo de desconocidos suman fuerzas y hacen las veces de investigadores privados, todo para dar con la identidad del malvado sujeto. Las cosas irán escalando y tomando un tono cada vez más oscuro.

No te metas con los gatos: Un asesino en internet se construye como un tradicional documental de entrevistas pero encuentra frescura y novedad en lo pintoresco de sus personajes. Esa Deanna Thompson, que va por su seudónimo de Baudi Moovan, es digna de tener su propia película. Su compañero de cacería cibernética John Green es otro que parece sacado de un relato de David Lynch. Cualquier cosa que podamos decir no alcanzaría para describir a estos dos. Los productores hacen un trabajo excelente consiguiendo a todas las partes involucradas en el escándalo para contar una historia sin sesgos.

No te metas con los gatos

No te metas con los gatos (Google images)

LUKA ROCCO MAGNOTTA

Después de ver este documental el nombre de Luka Rocco Magnotta los acompañará para siempre. El enigmático personaje es el eje sobre el cual giran todas las líneas narrativas, como si fuera un villano de las películas de Bond mueve los hilos para poner a todos cabeza abajo. Más increíble que la realidad de Luka es la de su madre Anna Yourkin, cuando la cámara se posa frente a ella no sabemos qué esperar. La edición administra las intervenciones de los entrevistados para construir un filme de suspenso, el material de archivo se inserta de forma precisa y siempre surte el efecto deseado. Aquí el crédito es para Michael Harte (Tres Extraños Idénticos) que con su montaje logra potenciar la fuerza con la que nos pega la historia.

La era Netflix y sus anaqueles digitales permiten que se creen obras como esta. En el antiguo esquema de producción y distribución es posible que este proyecto hubiera terminado en alguna gaveta por años o hubiera terminado como una decepcionante adaptación en un filme de ficción. No te metas con los gatos: Un asesino en internet es un documental tan insólito como su título, un viaje trepidante con un final inesperado. Cuando en la secuencia inicial Deanna nos pregunta que si estamos listos, no nos imaginamos lo que nos espera.

8/10