El secreto de la existencia no consiste solamente en vivir, sino en saber para que se vive. (Fiódor Dostoyeski)

Con «Winter Sleep» el director turco, Nuri Bilge Ceylan, hace un acercamiento a la naturaleza del ser humano. El hombre siempre ha sido la mayor inspiración para el arte y así como digo inspiración bien podría ser obsesión. Es en la profundidad del existencialismo humano donde siempre se ha hurgado en busca de respuestas. Las andanzas del séptimo arte por las fronteras del pensamiento nos han dejado obras inolvidables. Invitemos a Bergman, un sospechoso habitual en estos menesteres, de manera específica me vuelco sobre una de mis obras favoritas del sueco, Persona (1966). La fuerza de los diálogos y su combinación con los silencios funcionan de forma idéntica en el filme de Bergman y en este de Nuri Bilge Ceylan. Los personajes de Ceylan tienen una urgencia por expresar sus pensamientos, necesitan ser escuchados aún cuando no estén seguros de cómo comunicarse.

SIEMPRE HABRÁ UNA VEZ EN ANATOLIA

Gökhan Tiryaki, un habitual colaborador de Ceylan, se encarga de llevarnos con su lente al mundo de Aydin (Haluk Bilgine). Nuestro protagonista es propietario de un hotel rural en la región de Anatolia, ya retirado de su carrera como actor de teatro, ahora dedica sus días a escribir para un periódico de la comunidad. Las estampas que nos regala Tiryaki comunican más que mil palabras. Al sutil movimiento de la cámara se asocian las notas de una sonata para piano de Schubert. Esa Cappadocia, que parece encapsulada en el tiempo, cobra vida. El duro invierno se vuelve cómplice de las intenciones del director y profundiza la intensidad del drama que viven los personajes.
La dirección de fotografia de Tiryaki es magistral y es un elemento fundamental para lograr la atmósfera que necesita el director para adentrarnos en la realidad que enfrentan los personajes de esta «Winter Sleep».

ESA ES LA CAUSA, ES LA CAUSA, MI ALMA

No es casualidad que «Otelo» sea el nombre del hotel que dirige Aydin. La tragedia se adueña del escenariowinter-sleep-photo4 y el sentido del pesimismo pesa sobre cada uno de los personajes. El mundo está lleno de Yagos, de Otelos y de Desdémonas. La amistad, la traición y los celos, también juegan su papel en «Winter Sleep». Las intenciones reales de los personajes permanecen ocultas y sólo asoman por breves instantes. Cada cual tiene sus propias causas y la emoción parece triunfar ante la razón.

TEATRO, LO TUYO ES PURO TEATRO

El planteamiento que hace Ceylan en esta «Winter Sleep», es puro teatro. Su puesta en escena así lo confirma, los personajes entran y salen de las escenas y no dejamos de pensar que estamos viendo una obra de teatro y no una película. Ese Haluk Bilginer que interpreta a Aydin es fenomenal, sus confrontaciones intelectuales con los demás personajes nos dejan exhaustos. Una escena en particular, pone a Aydin en la mesa junto a su esposa Nihal (Melisa Sözen) y su hermana Necla (Demet Akbag), mientras desayunan discuten sobre cómo proceder con las personas que hacen el mal, sobre cómo desalentar a los malvados tomando una posición pasiva ante sus injurias. Lo que resulta de esa diálogo es pura maravilla y se pone de manifiesto la capacidad interpretativa de cada uno de los actores.
Es impresionante que a base de puros diálogos el director nos lleve por 3 horas y 16 minutos de metraje sin causarnos ni un sólo bostezo. La fuerza de sus imágenes, lo hipnótico de sus silencios y la contundencia de sus conversaciones nos dejan extasiados.
La religión, la política, la desigualdad social, la familia, todos son temas que aborda el discurso del director Nuri Bilge Ceylan. En cada aspecto sus introspecciones nos llevan a reflexionar y a confrontar de manera directa con la reacciones de los personajes.
10/10
Ficha Técnica:

  • Dirección: Nuri Bilge Ceylan.
  • Guión: Ebru Ceylan, Nuri Bilge Ceylan, Anton Chekhov (relato).
  • Reparto: Haluk Bilginer, Melisa Sözen, Demet Akbag.
  • Género: Drama.
  • Duración: 196 min.
  • País: Turquía.


HPS