No suele suceder muy a menudo y tal vez por eso hago énfasis en el asunto. Esta versión de Suspiria del director Italiano Lucas Guadagnino supera por mucho a la versión de 1977 de su compatriota Dario Argento. Eso de que los remakes o las adaptaciones superen a la obra original no es tarea fácil y más cuando se trata de filmes que de una manera u otra han conseguido cierto estatus. La Suspiria de Argento es una película con falencias y su legado ha sido mancillado con el paso de los años, no obstante, su categoría de culto permanece y son muchos los fanáticos que la reverencian.

Tendría unos seis años Guadagnino cuando se estrenó el filme original y puedo imaginar el impacto que le causó cuando pudo verla. Argento ofreció al mundo un viaje de horror psicodélico que jugaba con el terror psicológico. El núcleo de la historia se mantiene intacto, tenemos a la joven ingenua que sueña con ser una bailarina de clasemundial y que llega a una prestigiosa escuela para consumar su fantasía. Las cosas van tomando un rumbo oscuro cuando la nueva estudiante comienza a conocer a sus tutoras y las bizarras situaciones que suceden en la academia.

Con su visión de Supiria Guadagino parce distanciarse bastante de Argento, tanto en la forma como narra la historia, así como también con los puntos de giro de esta. En la presente tenemos el trasfondo sociopolítico de la Alemania posterior a la Segunda Guerra Mundial y se crea un interesante subtexto con las ideologías políticas y el terror sobre natural que es la línea central del filme. También a nivel visual pues aquí los colores son más fríos, pero igual de relevantes que en la versión original. Otro elemento que cambia el juego por completo es el elenco, Dakota Johnson es ahora Susie y su interpretación es realmente superba. Tilda Swinton vuelve a trabajar con Guadagino y reafirma que es una de las mejores actrices de su generación. Ahí pueden sumar también a Mia Goth como Sara para que tengan el tridente perfecto.

Dakota Johnson stars in SUSPIRIA
Photo: Sandro Kopp/Amazon Studios

La cinematografía de Sayombhu Mukdeeprom (Call Me By Your Name) le da a Suspiria el aire perfecto para ese terror que se nos mete en los huesos y que va creciendo poco a poco. Ya sea con unos primeros planos sobrecogedores o con los movimientos ágiles que capturan sin fallas las secuencias de danza, la cámara siempre aporta un extra a la narrativa. Su punto más alto llega con una secuencia final que es a la vez cautivante y perturbadora, definitivamente no para los débiles de corazón.

Suspiria es una de las mejores películas de terror de los últimos años y hace parecer a su predecesora un paseo en el parque.

9/10