Por Hugo Pagán Soto
La eterna lucha del bien y el mal ya no podemos imaginar batalla que no haya sido planteada en torno al conflicto más viejo y básico de todos y siendo así el cine ha logrado cobrar dividendos partiendo de esa premisa. En su estado más simple Grupo 7 representa exactamente eso, buenos contra malos, al menos a grandes rasgos eso puede parecer. Por una parte tenemos a los agentes de la ley y por el otro a la escoria, la lacra que solo sabe sobrevivir drenando la sociedad en la que vive y sobre este escenario tenemos un thriller policíaco con todos sus elementos, uno de pura escuela con todas sus comas y puntos bien marcados.

Apenas el año pasado un filme de similares características arrasó con todos losE-grupo7-al-completo premios del cine Español, «No habrá paz para los malvados» también contaba una historia de corte policíaco pero enfocada en en una época más actual. Ahora Grupo 7 nos lleva a la España de finales de los 80 y de manera más específica a Sevilla en vísperas de la famosa «Expo 92» ante semejante evento tomando lugar en esta ciudad el jefe de policía pone en manos de un grupo de policía la tarea de limpiar el centro de la ciudad de los criminales y principalmente los traficantes de drogas, es en esa ecuación donde encaja la unidad de agentes que llevan el nombre con el cual se titula el filme.
El filme de Alberto Rodríguez retrata de la manera más brutal los eventos que se sucedieron previo a la mencionada Exposición Universal en pos de lograr sacar a los traficantes de las calles. Dudas no tenemos que lo que el filme plantea puedo bien haber sucedido y quizás aun en una mayor magnitud, pero lo más importante no es solo como se nos despliega la terrible lucha de los policías en contra de la corrupción sino como nos presenta el lado más humanos de esos cuatro policías que emprendieron una aventura que solo podía ir en una dirección. Es ahí donde se encuentra la sustancia de todo cuando esos personajes comienzan a mostrar de verdad de que están hechos y cuando vemos hasta donde pueden llegar con tal de conseguir acabar con el enemigo.
La combinación de un veterano Antonio de la Torre en el papel de Rafael ygrupo-7-12-975 de un joven Mario Casas como Ángel prueba ser pura dinamita ambos despliegan en pantalla un caudal de emociones con cada uno de sus personajes, mostrando una profundidad emocional y psicológica nos atraen y nos fascinan a la vez que nos perturban con sus acciones. Mateo (Joaquín Nuñez) es el personaje de desahogo que nos crea el balance y le da dinamismo a la historia, José Manuel Poga completa el cuarteto con un personaje más discreto y que lo ne exige mucho.
Si hay algo que nos ha impresionado además de la excelente dirección por parte de Rodríguez es la dirección de fotografía de Alex Catalán la cual se complementa a la perfección con la no menos excepcional edición de José M.G. Moyano. La secuencia inicial que incluye una frenética persecución que inicia por las calles de Sevilla y termina en los tejados es la mejor muestra de la calidad del filme en los dos aspectos antes mencionados, la agilidad con que se desplaza la cámara y el montaje de las imágenes nos ponen al borde del asiento.
Grupo 7 no es que nos parezca un filme maravilloso y aun cuando el guión tampoco nos parece una cosa del otro mundo el filme resulta efectivo, posee una realización de primera y actuaciones excelentes. En fin una muy buena película en el género policíaco.
Calificación: 7/10
Ficha Técnica:

  • Dirección: Alberto Rodríguez.
  • Guión: Rafael Cobos.
  • Reparto. Antonio de la Torre, Mario Casas, Joaquín Nuñez.
  • Género: Acción, Drama.
  • Duración: 96 min.
  • País: España.


HPS