Hay tantos elementos en «The Third Man» que se hace difícil comenzar a escribir, en este preciso instante no logro decidirme. Tal vez lo más conveniente sería hablar de la magistral dirección de Carol Reed y decir magistral para buscar un adjetivo que no suene vulgar, pues la primera palabra que me viene a la mente sí inicia con M pero no es la ya mencionada. Pero también podríamos iniciar alabando el trabajo de Joseph Cotten, Trevor Howard, Alida Valli y el siempre enigmático Orson Welles y sí así lo hacemos corremos el riesgo de que en su tumba se estremezca Robert Krasker por no mencionar su fotografía. Pero la cosa no termina ahí, la cítara de Anton Karas también podría estar celosa si no iniciamos diciendo que sus notas son inolvidables.
Como ya se habrán percatado amigos lectores (y me consta que hay quienes se aventuran a leer mis reseñas) Carol Reed me ha puesto en una posición muy difícil con «The Third Man». Pero por duro que parezca, esto nos gusta. Y vamos a preferir siempre, tener que emplear la sesera a fondo para comentar una formidable película, que poner la materia gris al servicio de otros trastos que nos toca digerir. Imaginen a ese Holly Martins (Joseph Cotten) llegando a  la Vienna fragmentada por la ocupación de las tropas aliadas de la segunda guerra mundial. Martins llega buscando a su amigo de infancia Harry Lime (Orson Welles) para descubrir que este último falleció en un accidente justo el día antes de su llegada. Es ahí donde la rueda empieza a girar y se van sumando los elementos para conformar un verdadero film noir.
En toda película de cine negro la atmósfera es tan importante como la historia. Podemos tener la películaGAC_TheThirdMan mejor ambientada, con los escenarios perfectos y una fotografía insuperable, pero si la historia no está a la altura, si no tenemos una aventura tan intrincada que nos mantenga atrapados de principio a fin, lo primero no sirve de mucho. En «The Third Man» estos elementos se combinan a la perfección, Robert Krasker saca el mejor provecho de la ciudad de Vienna para plasmar en nuestras mentes imágenes
inmortales. Ya sea sobre las calles, en los estrechos callejones, en las ruinas producto de la guerra o en las alcantarillas, donde tiene lugar una de las secuencias más reverenciadas de la historia del cine. La cámara de Krasker dicta una verdadera lección de lo que es construir la atmósfera para un noir. De su lado Graham Greene nos regala una historia perfectamente estructurada, cargada de un humor repleto de ironía y que toma prestados elementos del western clásico para transformarlos en elementos de una novela negra.
EL DISCURSO DE HARRY LIME
El verdadero giro del filme llega con la entrada en escena del personaje de Harry Lime interpretado por Orson Welles, aunque en un inicio el personaje de Lime funciona como un perfecto McGuffin, cuando por fin el público descubre lo que realmente pasa con este Lime las cosas cambian de castaño a oscuro. Esto se consuma en la legendaria secuencia de Lime y Matins en la noria que concluye con el famoso discurso de Harry. Dicho discurso fue agregado por Orson Welles, ya que, no formaba parte del guión original.
«¿De verdad sentirías compasión por alguno de esos puntitos si dejara de moverse para siempre? Si te ofreciera veinte mil libras por cada puntito que se parara, ¿realmente me dirías que me guardase mi dinero, muchacho, o empezarías a calcular cuántos puntitos podrías permitirte dejar con vida? Libres de impuestos, amigo. Libres de impuestos. Hoy en día es la única manera de ahorrar.»
«…Después de todo, no es tan terrible; recuerda lo que dijo ese tipo… En Italia, en treinta años de dominación de los Borgia hubo guerras, terror, matanzas, derramamiento de sangre; pero también Miguel Angel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza tuvieron quinientos años de amor fraternal, democracia y paz, ¿y cuál fue el resultado? El reloj de cuco. Hasta la vista, Holly».
Hasta el momento de esta secuencia el filme lleva un ritmo más ligero, los personajes lucen más relajados y dentro de la tensión que los oprime podemos notar un tono sarcástico en ellos, una vez este discurso nos golpea, las cosas cambian y los personajes tienen que enfrentar sus dilemas morales. Carol Reed mueve sus fichas con gran destreza y como un gran jugador guarda sus mejores cartas para el final.
«The Third Man» es una obra que, todo el que se llame a sí mismo cinéfilo no puede pasar por alto.
10/10
Ficha Técnica:

  • Dirección: Carol Reed
  • Guión: Graham Greene
  • Reparto: Joseph Cotten, Trevor Howard, Orson Welles, Alida Valli
  • Género: Film Noir
  • Duración: 104 min
  • País: Reino Unido


HPS