Por Luis Jansen
Y así sucedió la octogésima quinta entrega de los más populares premios del buen cine. Con un cuestionado triunfo de Jeniffer Lawrence como actriz, y una injusta elección de mi favorito Tarantino para guion original. El más inteligente del cine popular se vistió de gala una vez más en el Teatro Kodak (ahora Dolby), a premiar las consideraciones de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de los Esclavos Unidos. Desfilaron hermosos y arregladitos estrellas y técnicos, cineastas, actores y caritas lindas, por la más afamada alfombra roja, en la celebración de otra de las ceremonias que no me ocupo en ver, pero me intereso en los resultados. El 2013 dejo a Spilberg con las manos vacías y dejó a Christopher Waltz con su promedio en 1.000. La más joven nominada no fue la más joven premiada y  Joaquin Phoenix observó mientras se le desdibujó una oportunidad de oro.

Muchos aciertos y otros tantos no tan ciertos. Sorpresas y decepcionesjennifer-lawrence-oscars-press-room-video-2013 desafiando expectativas; luchas de intereses enfrentando el buen gusto y el sentido común.
Una vez más todo aficionado al cine se convoca a comentar, alabar o destutanar los resultados la premiación. Enorme cantidad de opiniones complacidas y otra igual cantidad de insatisfacciones. Pero entre todas las controversias comentadas por los 40 millones de personas que observaron el acto, sobre si fulana se cayó, o si mengano no se peinó y demás absurdos, algunas voces comentan las incoherencias en los resultados, entre las cuales la más absurda sin duda fue el más prestigioso premio de la noche. El que los gringos llaman Academy Award for Best Picture. No es nuevo el que La Academia tropiece en desacierto con su  premiación, pero este caso en particular amerita que se escriba sobre el.
Argo, dirigida por el probado talentoso Benjamin Geza Affleck-Boldt , un guion adaptado por Chris Terrio y producida, entre otros, por el Hollywood golden boy, George Clooney. Tanto revuelo ha causado esta película que nubla el juicio objetivo. Y es que el filme de Afflleck puesto al lado de, digamos del de dirigido por el novato Benh Zeitlin, es el equivalente a colocar a Justin Beaver cantando a capella al lado de Freddie Mercury. Quizás Argo no es la más débil de todas las nominadas, pero es sin lugar a dudas la más convencional. Fácilmente se pudiesen mencionar 3 mejores películas (por la milla) ignoradas y obviadas en este renglon. Vagina (eufemismo)! Si al menos hubiesen premiado con ese prestigioso galardón a la aburrida Lincoln del Midas del cine, quizás en este momento no gastase mi tiempo escribiendo este artículo, pero esta es la vida amigo mío. Y ahora escucho al mundo referirse a Affleck como que es un hermano Cohen que se extravió en el hospital.
Los Globos de Oro fueron el preludio de una muerte anunciada. Aun más aun waltzexcesivos que los Oscars, los periodistas premiaron Argo como Mejor Pelicula y Mejor Director, de las 5 nominaciones postuladas. Muchos lo veían venir. Yo en particular compre un sueño esperanzado en que no suceda, ingenuo al fin. Pero como escribió Jagger “You can’t always get what you want”.  Y ya muchos se han aventurado en decir que el triunfador de este año, es la peor película que ha ganado el Oscar a Mejor Película.
Affleck se ocupa de dirección, producción y el protagonismo; extrapolando esto a un equipo de baseball, solo le faltase recoger los bates y ayudar a calentar los pitchers. Más de la mitad del tiempo en pantalla del largometraje, es ocupado por el director. Dejé de contar sus primeros planos cuando iba por 32, para que quede claro quién es la estrella, luciendo hermoso en cada uno de ellos, y reglándonos una actuación  que sabe a gelatina. Una fotografía que no entiendo y una música que me gusta, adornan el lineal guión para producir junto a la interpretación del mejor amigo de Matt Damon la “mejor película de todo el 2012”. La historia es entretenida al menos, efectista pero entretenida; aunque tiene algunos elementos que le sobran, como la relación del personaje Lester Siegel con sus hijas o la de Tony Mendez con su hijo.
Gran ejemplo de la gran maquinaria mercadológica que es Hollywood nos ha beastsido el 2013. Sombríos y aclamados premios, como es lo usual, nos dejan sinsabores en el paladar a los aficionados del séptimo arte. La propaganda nacionalista norteamericana no pudo ser más evidente. Al final de la noche triunfó el triunfalismo. Al imperio le gustan las historias donde se le alabe su ingenio y habilidad. La cruzada que emprende mi preferido de los presidentes de Gringolandia, el negrito que no es de villa y que es solo negro por fuera, ayudo a la afición de la industria de Los Angeles por Clooney a coronarse injustamente por encima de la gran obra que retrata la realidad de los marginados de Nueva Orleans. Si señor, dije GRAN OBRA! Porque con solo 3 millones de dólares (lejos de los 44 millones de inversión de la producción de Clooney) los hasta ahora brillantes jóvenes de Court 13 produjeron la verdadera mejor película del 2012. Creando cine independiente y muy experimental, bueno e inteligente. Y para quienes no corroboren les menciono The Life of Pi, Les Miserables (y yo odio los musicales), Amour y hasta The Master del ignorado Paul Thomas Anderson, pero no podría mencionar jamás a Argo como una de las mejores películas que vi el pasado año. Y que quede claro que no es mala. Un aplomado y diáfano guion, una carencia interesante, una narrativa impecable, gran dicción artística  y un buen manejo del suspenso hacen de la película un thriller que funciona. Los guiños muy chulos que contiene el filme al Planeta de los Simios y a todo el Sci-Fi, al Terremoto de Los Angeles, a banderas americanas quemadas y demás ayudan a hacer la película muy interesante. Pero no impresionante. No la mejor del año del fin del mundo.
Si se me exige que en una frase exprese mis sentimientos por la más reciente película del Be-niffer, sencillamente diría: Argo Fuck yourself.

HPS