Puntuación: 4 de 5.

Jesse Eisenberg se vuelca a una exploración profunda del duelo con Un Dolor Real (2024). Este es el segundo largometraje que Eisenberg dirige y escribe, reconocido por su talento frente a la cámara el cineasta ahora comprueba su calidad en la silla del director con una película pulida y con un discurso contundente. Un Dolor Real descansa toda su fuerza en las interpretaciones y en un guion que hace de situaciones triviales momentos extraordinarios.

David (Jesse Eisenberg) y su primo Benji (Kieran Culkin) en un momento fueron muy cercanos, pero ya hace un tiempo se encuentran alejados. Un inesperado evento familiar motiva un recuentro entre ambos. David y Benji se embarcan en un viaje que los lleva a Polonia para honrar la memoria de su abuela. El guion de Eisenberg es muy introspectivo y la historia así lo refleja, los diálogos son muy puntuales y el humor negro se convierte en el recurso perfecto para que el director monte su crítica social. Tal vez el punto de apoyo más importante para el desarrollo de la historia es su exploración del duelo desde dos ópticas distintas.

Un Dolor Muy Real

Un Dolor Real es un ejemplo perfecto de un duelo actoral que presenta dos caras de una misma moneda. David y Benji viven la misma experiencia traumática, pero ambos la procesan de manera muy distinta. Benji parece querer mitigar su dolor con el ruido, vivir intensamente para sobreponerse a la perdida. David se reprime y pretende que la rutina le ayude a seguir. Ambos se mienten y quieren mirar a otro lado antes que enfrentar la cruda realidad, hay resentimiento, hay dolor y hay incertidumbre. Ese viaje es una metáfora del viaje interno de los dos personajes centrales. El director desafía a la audiencia y pone sobre el tape la pregunta del propósito del tipo de turismo que David y Benji realizan, ese turismo oscuro o de tragedia en el que el viajero recorre lugares que han sido marcados por la muerte y la destrucción.

Jesse Eisenberg construye una película que a primera vista puede parecer simple y directa pero que tiene muchas capas y que abre un espacio para un análisis profundo sobre la conducta humana. Un Dolor Real es un viaje intenso que cobra vida en la pantalla gracias a las magníficas actuaciones de Kieran Culkin y Jesse Eisenberg y un elenco de reparto que les permite lucirse en cada secuencia. Tal vez la muestra perfecta de la esencia del guion se resume en un dialogo del personaje de Benji cuando dice: “Dave, estamos en una maldita gira por el Holocausto. Si este no es el momento y lugar para lamentarse, para abrirse, entonces no sé qué decirte, hombre.”