Basta con mirar al pasado para saber que esta Parasite del director coreano Joon-ho Bong no es una casualidad. Podríamos ir hasta 2003 para que se topen con Memories of Murder, un thriller policíaco cautivador y poderoso que coquetea con la perfección. O tal vez quieran buscar Mother (2009) donde el director una vez más demuestra su genialidad a la hora de contar historias. En esta última nos muestra a una madre que no conoce límites para defender a su hijo. Su obra demuestra un talento sin igual en el arte de contar historias y de crearlas. Joon-ho Bong no solo dirige, sino que también escribe sus películas, lo que deja ese sello de autor bien marcado.
La consagración le ha llegado con Parasite. Ha logrado conseguir la codiciada Palma de Oro del Festival de Cine de Cannes. Una especie de inmortalización trae el laurel de la ribera francesa, cualquier cineasta quisiera algún día tener la dorada palma en sus manos. El coreano lo ha conseguido transitando por los caminos que ya conoce y exponiendo una vez más el tema social. Ahora el componente social se aborda desde la desigualdad de clases y de ahí nos lanza a un estudio de la conducta humana. Contrastando dos familias en polos opuestos de la sociedad, el realizador coreano prepara el escenario para su propuesta que a ratos se nos da como comedia pero que es un drama desgarrador.
DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA
La familia de Kim Ki-taek (Kang-ho Song) está sumida en una terrible crisis económica y el desempleo amenaza con destruirlos por completo. Agarran lo que venga y que pueda generar algún tipo de ingreso, así los vemos armar montones de cajas para una compañía de pizzas por una paga ínfima. La señora suerte les regala una oportunidad que llega con una oferta de trabajo para el hijo de la familia. Los Park necesitan un tutor de inglés para su hija y el joven es referido por un amigo como el candidato ideal. Es ahí donde Parasite comienza a gestarse, desde esa premisa el director comienza a mover los hilos de su historia.
Describir la complejidad de las situaciones que se generan desde el primer encuentro de los Kim y los Park es casi imposible y sería arruinarles la película. En su primer acto Joon-ho Bong nos alimenta con la cruda realidad de las familias de clase baja en la Corea actual. Con un humor incómodo nos introduce a esos Kim y su entorno de condiciones infrahumanas. El ritmo suelto se mantiene hasta entrar en el segundo acto, pero aquí podemos percibir una tensión que subyace y que genera cierto suspenso. Cuando la historia alcanza su nudo ya nada nos causa risa y el temor se apodera del escenario.
Puede parecer que Parasite nos muestra oposición entre la familia acaudalada y la familia que se retuerce en la miseria, pero más allá de la diferencia externas las carencias internas son muy similares. Aquí no se sabe quién es el parásito, si el pobre que quiere beneficiarse del rico o el rico que drena al pobre para mantener un estatus.
Escena de Parasite (Google Images)
LA VIDA NO SE PUEDE PLANIFICAR
Cual si fuera Buñuel en Viridiana Joon-ho Bong nos presenta a la familia Kim disfrutando de un momento robado de la vida de otras personas. Probando por un breve instante la opulencia, el derroche, su última cena. Es aquí donde el director deja que sus personajes hablen y sus palabras, que desnudan la realidad, son demoledoras.
¿Sabes qué tipo de plan nunca falla? Ningún plan. Ningún plan en absoluto. ¿Sabes por qué? Porque la vida no se puede planificar.
En Parasite el elenco completo hace un trabajo fenomenal, empezando por Kang-ho Song en el papel del patriarca de los Kim. Este actor ha estado al lado del director durante toda su carrera y siempre ha entregado interpretaciones brillantes. De igual forma podemos resaltar el trabajo de cinematografía de Kyung-pyo Hong (Snowpiercer) que nos regala magníficas secuencias en espacios cerrados y una por igual excepcional en exterior bajo una lluvia torrencial.
Hay un millón de formas de abordar esta Parasite, demasiadas aristas para iniciar una discusión. Sin dudas un complejo estudio de la estructura del sistema de clases y sus consecuencias en la psicología humana. Un filme de esos que se instalan en la memoria para siempre.
10/10
