Artículo Publicado originalmente en la revista CINEASTA.
Hace unos meses atrás a nuestro editor Pablo Mustonen le surgió la idea de hacer un artículo sobre dos grandes obras del cine. Se apareció frente a mí, en una mano tenía “Solaris” y en la otra “2001: Odisea del Espacio”, suspiré. Nunca había podido disfrutar plenamente de la obra de Andrei Tarkovsky pero su reputación le precedía, por otro lado con la de Stanley Kubrick sí estaba muy familiarizado.
El primer paso era lo más lógico, volver a ver cada una de ellas para poder cumplir con la propuesta, pero así como en las buenas películas la vida también tiene sus sorpresas. Mientras pensaba cómo darle forma al artículo de repente llegó “Gravity” y no es que vayamos a equiparar el filme de Cuarón con los dos anteriores pero nos parecía más que apropiado incluirlo en este embrollo. Y así fue como terminamos por hacer un artículo en el que analizamos estas tres magníficas películas y sus conexiones.
A parte de las diferencias obvias que podemos señalar entre este trío, existen elementos que de una forma u otra crean un vínculo entre ellas. Si queremos partir de un punto como referencia, podemos decir que los tres filmes convergen en “la búsqueda del sentido de la vida”. Resulta interesante ver como tres directores con diferentes códigos y diferentes elementos culturales abordan propuestas similares.
Cuando hablamos de películas como 2001: ODISEA DEL ESPACIO Y SOLARIS estamos hablando de palabras mayores, ambas son consideradas como obras referenciales dentro de la historia del cine. Kubrick se encargó de marcar un hito cinematográfico con su 2001 y por su parte Tarkovsky al adaptar la novela de ciencia-ficción Stanislaw Lem llevó las cosas a otro nivel, la profundidad psicológica y la densidad de su discurso han sido motivo de incontables discusiones. Las lecturas que se pueden hacer de estas dos películas son infinitas y bastaría con decir que estamos ante dos genuinas obras maestras.
Si bien GRAVITY aun no se ha ganado la distinción de la cual gozan las dos anteriores, será solo cuestión de tiempo para que se abra un lugar en las discusiones cuando se mencione una u otra. La obra de Cuarón es tan pura en su estilo como las de Kubrick y Tarkovsky y en el aspecto técnico es simplemente monumental. Para aquellos que la acusan de ser “simple”, podemos decirles que GRAVITY maneja de manera espléndida las metáforas. El uso de los paralelismos y el sub-texto en su historia hacen de ella una película que nos mueve a la reflexión.
EL ESPACIO EXTERIOR
Primero hay que decir que es impresionante el manejo de cada uno de los directores de la puesta en escena, doble mérito para Stanley Kubrick y Andrei Tarkovsky ya que el primero logró su hazaña técnica en 1968 y el segundo unos cuantos años después en 1972. Todavía hoy en día es asombroso el aspecto que tienen ambos filmes. Por su parte el Mexicano Alfonso Cuarón nos llevó a otra dimensión. Aprovechando al máximo cada avance que la tecnología a puesto al servicio de los cineastas, ha logrado hacernos sentir una verdadera experiencia espacial.
Pero a parte de eso, la importancia del espacio sideral en cada una de estas películas trasciende el hecho de los deleites visuales y de los hermosos movimientos de cámara. El espacio representa lo opuesto a todo lo que un humano común está acostumbrado. Es en este inhóspito lugar donde el hombre por fin encuentra su sentido y puede ver con mayor claridad el propósito de la vida.
El espacio es la mayor de las metáforas en cada una de estas películas, lo desconocido, lo más vasto, lo inalcanzable, lo indomable, no es más que nuestra propia conciencia, nuestro propio ser. Es nuestro interior ese espacio inmenso donde están todas las respuestas.
LA BUSQUEDA
Aristóteles dijo, “todos los hombres, por naturaleza, desean conocer”.
Es la búsqueda de este conocimiento lo que da vida a cada una de estas películas. En SOLARIS la misión gira en torno a ese misterioso planeta y su extraño mar, en el caso de 2001: ODISEA DEL ESPACIO la misión es Júpiter y la enigmática figura del monolito, mientras que en GRAVITY todo gira en torno a un satélite espacial y una misión de la cual nunca sabemos su verdadero propósito.
El conocimiento y la conquista del mismo es la clave y la constante a en cada uno de estos filmes. El afán desmedido del hombre por encontrar respuestas lo lleva a enfrentar fuerzas que sobrepasan su capacidad. Solo cuando contrasta con la enormidad del universo puede el hombre apreciar su verdadera dimensión. Su objetivo último termina por convertirse en una espada de doble filo, HAL 9000 es el mejor ejemplo. Fruto del razonamiento humano nace el dispositivo más avanzado de inteligencia artificial, capaz de controlar la misión más importante en la historia de la humanidad. Pero es ese mismo artefacto que se convierte en el mayor peligro para el hombre
EL ENCUENTRO
“Mientras más cerca estamos de la muerte más vivos nos sentimos”
Resulta irónico que mientras más lejos explora el hombre más se separa de las respuestas que busca. Kris (Donatas Banionis) debe indagar en su interior y sanar sus traumas para poder comprender los efectos del mar de Solaris en su psiquis. En 2001 Dave Bowman (Keir Dullea) atraviesa una especie de túnel que lo lleva en una especie de viaje por el cosmos, el mismo lo podemos interpretar como un viaje interior y al final de este recorrido Bowman se encuentra a sí mismo. La doctora Ryan Stone debe hacer una introspección para encontrarse a sí misma en GRAVITY. El calvario que enfrenta Stone le sirve para acoplarse, para reencontrar el camino y levantarse.
Es en el concepto de encontrarse a sí mismo donde estriba la importancia del viaje de cada uno de los protagonistas de estas tres cintas. Podemos interpretar que solo podemos alcanzar el verdadero conocimiento estando plenamente en contacto con nosotros mismos. La incapacidad de mirar de manera introspectiva crea en cada uno de los personajes centrales problemas para comunicar con el exterior. Esa misma insuficiencia crea una frustración que solo es superada cuando se rompen las barreras interiores.
PERDER PARA GANAR
Otro elemento recurrente es el hecho de la pérdida, más específicamente, la pérdida de un ser querido. En SOLARIS Hari representa el ser del cual Kris no se puede desapegar a pesar de que ya no existe. Para la Dra. Ryan Stone en GRAVITY esta pieza llega en forma de su pequeña hija fallecida. Quizás es en el filme de Kubrick donde este elemento se muestra más sutil, cuando Dave tiene que presenciar la muerte de su compañero de misión las cosas cambian dramáticamente; este es el punto de quiebre definitivo.
En todos los casos perder se traduce en ganar, donde mejor se refleja esta ecuación es en GRAVITY. La perdida de su pequeña hace que la Dra. Stone enfrente su dolor y mediante este logra una especie de catarsis hasta volver a conectar con la vida. Tanto Cuarón como Kubrick y Tarkovsky utilizan la simbología del desprendimiento como factor para lograr alcanzar algo más alto. El ejercicio de dejar ir para poder continuar es un punto de suma importancia en los tres filmes.
2001: ODISEA DEL ESPACIO, SOLARIS y GRAVITY son tres obras que manejan su propio universo, cada una de ella nos llevan a vivir tres verdaderas odiseas en el espacio.
2001: ODISEA DEL ESPACIO (1968)
- Dirección: Stanley Kubrick.
- Guión: Stanley Kubrick, Arthur C. Clarke.
- Reparto: Keir Dullea, Gary Lockwood, William Sylvester.
- Año: 1968.
- País: USA/UK.
SOLARIS (1972)
- Dirección: Andrei Tarkovsky.
- Guión: Stanislaw Lem, Fridrikh Gorenshtein.
- Reparto: Donatas, Banionis, Natalya Bondarchuk, Juri Javert.
- Año: 1972.
- País: Rusia/Alemania.
- Dirección: Alfonso Cuarón
- Guión: Alfonso Cuarón, Jonás Cuarón.
- Reparto: George Clooney, Sandra Bullock.
- Año 2013.
- País: USA.
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