Hay películas que en verdad son dignas de tener su propio documental. They’ll Love Me When I’m Dead explora los últimos años de vida de Orson Welles y a la vez se adentra en la creación de su último proyecto “The Other Side of The Wind”. Este documental de Morgan Neville es un documento obligatorio para comprender el último trabajo cinematográfico de Welles y es en sí mismo un filme con una calidad excepcional. Por momentos pareciera como si el propio Orson Welles se hubiera levantado de su tumba para ponerse detrás de la cámara y dictar el rumbo en este documental.
Solo con un trabajo como el presente podía hacerse justicia a una figura de la talla de Welles, su huella fuera del cine es casi del mismo tamaño que la que marcó la gran pantalla. Neville se apoya en un narrador para conducir su historia y en los testimonios de los más cercanos a Orson para levantar su guion. El punto de apoyo es “El Otro Lado del Viento”, es en esta última obra inconclusa donde todos y todas confluyen. Mientras más profundo entra Neville en los escondrijos de la vida de Welles y su obra, más se crece la figura, no importa que tanto se revelen las sombras la luz siempre encuentra su camino.
La cámara se convierte en un personaje junto con los entrevistados, siempre en un ángulo que rompe con la estructura y nos hace ver que hay algo más, que las palabras pueden decir algo, pero el lenguaje corporal grita otra cosa. Casi todos coinciden en sus testimonios y nos toca creer que la fuerza de Welles era incomparable, te daba todo, pero te exigía todo. Quizás lo más interesante es el hilo que nos lleva por la relación de Peter Bogdanovich y Welles. Discípulo y maestro, celos, envidia, redención, es como si esa historia estuviera destinada para convertirse en una película.
They’ll Love Me When I’m Dead es un documental sin desperdicios, un trabajo con un ritmo perfecto que nos sumerge hasta lo más profundo en la vida de una de las figuras más enigmáticas de la historia del cine.
9/10