Puntuación: 4 de 5.

Superman no solo es el primero, sino que es también el pináculo de los superhéroes. Todo lo que conocemos y asociamos con los personajes todopoderosos y heroicos está definido en cierta forma por el hijo de Krypton. El cine de superhéroes tendrá por siempre una deuda con esa primera película de 1978 de Richard Donner. Superman abrió el camino para lo que llegaría décadas después con las franquicias derivadas de las historietas. Ahora le toca a James Gunn relanzar el personaje con Superman (2025). Para los estudios DC esta se presenta como la piedra angular de su nuevo universo cinematográfico.

En la que ahora se considera como su era clásica el personaje fue interpretado por Christopher Reeve en cuatro películas entre 1978 y 1987. Luego le tocaría a Brandon Routh en Superman Returns (2006), en lo que fue un hiato de casi 20 años entre una película y otra. Luego el personaje entra en la era del universo cinematográfico de DC y aquí el director Zack Snyder nos introduce a Henry Cavill como Superman y lo tenemos en tres películas. En esta cronología de casi 50 años visitando la pantalla grande Superman ha sufrido cambios que han ido desde ligeros hasta dramáticos en sus adaptaciones cinematográficas. Por momentos el personaje fue despojado de su esencia para buscar un tono más oscuro tratando de acercar al héroe de Jerry Siegel a un público más adulto.

El Último Hijo de Krypton

Superman (2025) le devuelve a El Hombre de Acero el tono radiante que inspira esperanza, lo eleva con cierto misticismo, pero lo aterriza con una humanidad profunda. Lo hace vulnerable, no desde lo físico, sino desde lo emocional. El guion de James Gunn se inspira principalmente en el comic All-Star Superman (2005-2008), de ahí obtiene el tono para construir el Superman que es un faro de justicia y que tiene una conexión profunda con la humanidad. Gunn no toma líneas específicas de All-Star Superman, más bien se inclina por adaptar la esencia de la que muchos consideran la representación definitiva de Superman en las historietas.

Si hay un personaje que no necesita introducción es Superman. No estamos ante una historia de origen que busca poner al público en contexto, estamos ante el relato de las aventuras de una leyenda que todos conocen. David Corenswet se enfunda el traje original con los calzoncillos rojos sobre el enterizo azul y sus botas rojas, manteniendo el estilo clásico con una estética imperecedera. Gunn tiene la osadía hasta de incluir a Krypto, el compañero canino de Superman. En los 50 y los 60 Krypto fue parte esencial de las historietas aportando un tono más infantil y fantasioso. En esta Superman su inclusión es un excelente escape cómico y funciona de manera muy efectiva dentro del tono de la historia. Por su parte Corenswet está a la altura como el Último Hijo de Krypton, su presencia es a la vez imponente y dócil. Tiene el carisma para encarnar a Superman representando la fuerza absoluta pero también compasión sin límites.

El Hombre de Acero

Del lado del archienemigo tenemos a un Nicholas Hoult como Lex Luthor. Hoult le impregna un tono maniático con la extravagancia de una mente maestra. Ese Lex Luthor se convierte en un antagonista perfecto para el Superman de Gunn. Superman (2025) agrega personajes secundarios que se proyectan como las bases para el futuro del nuevo universo de DC y que ayudan a la película a mantener su tono ligero y nos recuerdan que esto es una fantasía. Mr. Terrific, Hawkgirl y Guy Gardener (Linterna Verde) ayudan a Superman y hasta nos dejan ver brevemente el Salón de la Justicia, tal como lo recordamos de la serie animada para provocarnos con un poco de nostalgia. Otro guiño más que deja caer Gunn es la inclusión de Metamorpho en un rol corto pero determinante.

Superman evita una guerra, se enfrenta a un monstruo gigantesco, salva a una niña indefensa, a un perro perdido, e incluso a una pobre ardilla en apuros. Y por supuesto, salva al mundo entero de la destrucción total. Porque ese es Superman: el héroe que siempre pone el bien común por encima de todo, el cénit de los valores morales, un faro en la oscuridad, un dios entre hombres. Ese es el Superman que James Gunn nos presenta en pantalla, en una película luminosa, de tono relajado, que avanza con ritmo ágil gracias a una edición que nos hace sentir como si estuviéramos pasando página tras página de una historieta vibrante y entrañable.

En tiempos donde el cinismo y la oscuridad dominan muchas historias de superhéroes, James Gunn apuesta por devolvernos la figura luminosa y noble de Superman. No se trata de reinventarlo, sino de recordarnos por qué lo necesitamos. En cada acto de bondad, en cada vuelo majestuoso a través de los cielos, vemos el reflejo de una esperanza eterna y la poderosa verdad de que, incluso con un poder ilimitado, lo más valioso siempre será el espíritu humano.