Una niña curiosa y un macabro personaje son los elementos con los que Longlegs (2024) engancha a la audiencia. Después de esa secuencia inicial el director Oz Perkins nos lleva en un viaje de 1 hora y 40 minutos de pura tensión y terror psicológico. Esta es la quinta película como director de Perkins que ha seguido la línea del terror en todas sus obras. En esta ocasión el cineasta se adentra en el género de la investigación policíaca y los asesinos en serie para explorar el terror desde la óptica del thriller y apelando más al efecto del suspenso.
Antes de debutar como director Oz Perkins ya tenía una larga trayectoria como actor. Lo de actuar podemos asumir que le viene de forma natural pues su abuelo fue el actor Osgood Perkins que estuvo en película como Scarface (1932) y I Dream Too Much (1935), mientras que su padre fue Anthony Perkins el infame Norman Bates de Psicosis (1960). De manera que podemos entender lo de su inclinación por la actuación y su pasión por el suspenso y el terror. Su madre la actriz y fotógrafa Berry Berenson conoció a Anthony Perkins en el set de Play It As It Lays (1972) y se casaron un año más tarde. Berenson falleció de manera trágica en los funestos ataques del 11 de septiembre de 2001 cuando iba a bordo de uno de los aviones que se estrellaron contra las Torres Gemelas.
LONGLEGS: El asesino de las cumpleañeras
Con Longlegs Perkins se vuelca sobre todo el cine que lo ha inspirado su carrera. Referencias obvias a películas como El silencio de los inocentes (1991), la ambientación en los 90, la agente del FBI novata que asume un complejo caso de asesinatos en serie y la extraña conexión con el posible asesino. Pero también podemos ver a Seven (1995) sobre todo en la forma en como se ambienta la película y se conduce la investigación. Por último, podemos agregar un toque de Fallen (1998) por el elemento sobrenatural que gravita sobre los personajes. Desde mi punto de vista Longlegs es una combinación entre estos tres filmes.
Es en el manejo de la tensión donde Longlegs pega con todas sus fuerzas, independientemente de como se nos da ese guion del propio Oz Perkins, la película logra imponerse más por su forma que por su fondo. No es que la historia carezca de densidad, por el contrario, el filme presenta una buena estructura, sus personajes son fuertes y el punto de giro es efectivo, pero la realización audiovisual y el diseño de producción se imponen por encima de todo. La buena interpretación de Maika Monroe como esa agente Lee Harker sirve como ancla a los demás personajes, incluyendo a un Nicolas Cage que se destaca en el rol del antagonista con un personaje perturbador.
Más que un filme de terror tradicional estamos ante una película de terror psicológico que va quemando a fuego lento. Longlegs no deja de impactar con secuencias difíciles de digerir y con la capacidad de quedarse en nuestro cerebro por mucho tiempo.