Puntuación: 3 de 5.

Si hay un género cinematográfico que prospera en los espacios cerrados y plantado en una sola locación, es el terror. Hereje de Scott Beck y Bryan Woods nos sirve como el ejemplo perfecto para soportar esta premisa. Los directores nos confinan a una casa y en gran parte del metraje a una sola habitación. Con este recurso creativo logran acentuar al máximo la tensión y hacen que el espectador se mantenga cautivo esperando el desenlace de la historia. Claro, hay muchos otros ejemplos a través de diferentes géneros que también utilizan a su favor las virtudes de rodar en una sola locación, pero desde mi punto de vista ninguno se encumbra tan bien como el terror en ese ecosistema.

La hermana Barnes (Sophie Thatcher) y la hermana Paxton (Chloe East) pertenecen a una comunidad de mormones y están evangelizando para su iglesia. Como parte de su misión deben visitar la casa de el Sr. Reed (Hugh Grant), un miembro de su comunidad les ha informado que Reed está interesado en conocer más sobre su iglesia y las hermanas no quieren perder la oportunidad de llevar otra oveja al rebaño. Cuando Barnes y Paxton tocan la puerta de Reed es cuando el guion de los directores Beck y Woods comienza a carburar. Como presa indefensa entran las jóvenes a la madriguera de la serpiente.

Hereje es una cinta de terror psicológico, su discurso se plantea desde la base de una discusión ideológica-religiosa. Desde ese punto de partida se introducen los perfiles y las motivaciones de los tres personajes centrales. Ese Reed de Hugh Grant se nos da como el maestro titiritero que maneja a su antojo a las indefensas Barnes y Paxton. La música juega un papel fundamental para atraer a la audiencia al lugar que los directores se les antoja. Y la cinematografía del veterano Chung-hoon Chung (Oldboy, Stoker) junto con la edición completan un tridente perfecto que logran que el filme funcione a la perfección desde el punto de vista técnico.

Desde el primer momento que ese Sr. Reed aparece en pantalla su presencia destila miedo. Su proceder frío y calculador lo revisten con un aura de maldad. Sin recurrir a artilugios visuales, Hereje van creando una atmósfera inquietante. Los diálogos se convierten en agujas que nos van penetrando lentamente. El juego del gato contra el ratón resulta muy efectivo en el aspecto dramático para mover la historia sin contratiempos. Tal vez lo único que puede hacer tambalear a Hereje es la decisión de los directores de apresurarse a utilizar los conocidos clichés para resolver su acto final. Sin dejar de ser efectivos el resultado es un poco desigual al del resto del filme.  

Hereje es un filme de género que funciona muy bien y que entrega unas actuaciones sobresalientes en particular un Hugh Grant que nos enseña un villano maquiavélico y tenebroso.