Luego de ver por segunda vez «Gravity» no nos queda ninguna duda, estamos ante una de las mejores películas del año. Alfonso Cuarón es uno de nuestros directores predilectos de la actualidad y ahora con esta joya reafirma su calidad. Con una maestría absoluta el azteca logra un filme que trasciende, que no se queda en el mero espectáculo visual, que tiene vida, que nos hace sentir, reflexionar, conectarnos, creer, opinar y que, desde el inicio, nos engancha con una fuerza abrumadora para movernos a su antojo. Si alguna vez se han subido a una montaña rusa, tal vez, tal vez, puedan tener una idea de las sensaciones que llega a generar esta «Gravity», solo que, ha esto debe sumarle el estremecimiento de sus emociones.
Escribir de esta obra sin incurrir en algunos detalles que son determinantes en su desarrollo sería no hacerle justicia,por tal razón, si aun no ha visto el filme le recomendamos no siga leyendo pues va a toparse con algunos SPOILERS en el camino. Con «Gravity» Cuarón conquista el espacio y lo hace con estilo, su talento le ofrece al público un filme perfecto desde el aspecto visual y que se acompaña de una profundidad psicológica brillante. Como si se tratara de un acertijo, podemos ir descubriendo el sub-texto que se oculta en cada una de las secuencias del filme.
DELEITE AUDIO-VISUAL
Iniciemos por lo más obvio, lo que nadie en su sano juicio podría dejar pasar. Gravity es una fiesta audio-visual y un perfecto ejemplo de la maestría de un director. La primera secuencia del filme comprende una toma continua (plano-secuencia) de 17 minutos perfectamente coreografiada, la cámara se mueve de manera sutil, más bien flota, y a su paso va develando los elementos que entran en juego en esta historia. Este primer acto contiene una belleza que se conjuga con la calma que percibimos en la ausencia de sonido, hasta que de manera abrupta un comentario rompe de manera definitiva la tranquilidad.
Emmanuel Lubezki, todo un maestro de la fotografía, une fuerzas con Steven Price que con sus notas realza cada plano y le pone la fresa al pastel. Este duo junto al director Cuarón y todo el equipo de diseño de producción, logran engendrar una obra de una majestuosidad épica.
RENACER
Para nosotros Gravity es un filme sobre «renacer», si bien al inicio nos topamos con estos astronautas en un misión y que por un accidente deben hacer todo lo posible para salvar su vida, vamos descubriendo a medida que la película avanza que el verdadero centro de todo es, Ryan Stone (Sandra Bullock). Una vez nos hacemos conscientes del trauma de esta Dra. Stone todo cambia, comprendemos que toda esta experiencia es una alegoría a la dificultad de levantarse de la adversidad, de no darse por vencido ante el primer obstáculo, a renacer de nuestras cenizas. Pasando por esta prueba de fuego Stone se purifica, se forja y decide enfrentar el mundo con coraje y despojarse de sus demonios.
Con la secuencia final Cuarón nos hace renacer con el personaje, su regreso a la tierra emula el nacimiento. La cápsula es una especie de vientre que lleva a Stone hasta el mundo, cuando esa cápsula se va acercando a su destino hay cada vez más dolor, luego le precede el momento de ver la luz, Stone emerge desde el fondo del agua y toma la primera bocanada de aire de su nueva vida, su «renacer». Por último toca tierra firme, suspira y da gracias, ese simple gracias vale un millón de palabras, agradece a una fuerza superior que la ayudó a volver a la vida, se arrastra, toma fuerzas y se para imponente hasta que comienza a caminar erguida. Su lenguaje corporal nos dice que está decidida a enfrentar la vida.
EL CORDÓN UMBILICAL
Cuando estamos en el vientre materno el cordón umbilical es nuestro sustento, a través del mismo nos desarrollamos hasta estar listos para salir al mundo, cuando llega el momento del nacimiento este lazo es cortado. Este simbolismo funciona a la perfección en Gravity y se acopla de manera genial con el discurso narrativo. El personaje de Sandra Bullock en múltiples ocasiones tiene que soltarse, desengancharse, dejarse ir. Este desprendimiento físico sirve para establecer un paralelismo con el desprendimiento emocional que tiene que hacer la Dra. Stone para poder superar la adversidad.
Una de las secuencias más hermosas del filme llega justo después de un «desenganche». Stone entra por vez primera a la estación y vemos como se despoja de su traje de la forma más armoniosa, con un toque casi celestial, para adoptar lentamente una posición fetal. Aquí habría que tener miopía cinematográfica para no vislumbrar un claro homenaje a 2001: Odisea del Espacio, esta es solo una de las tantas referencias al legendario filme de Stanley Kubrick que podemos recoger.
STONE & KOWALSKI
Sandra Bullock y George Clooney son la sangre que fluye por las venas de Gravity, son ellos los que hacen que ese corazón palpite. Bullock logra un personaje perfecto que va creciendo junto con el filme, podemos verla al inicio insegura y reservada pero lentamente se transforma en un ser determinado y lleno de confianza. Clooney que es todo un veterano, asume su rol con la firmeza que lo caracteriza. Desde su primer dialogo nos prendamos de ese Kowalski, que se convierte en el punto de desahogo en lo momentos de más alta tensión, pero a la vez es el eje en los momentos más dramáticos.
GRAVEDAD
Así como por gravedad, luego de desmenuzar algunos de los aspectos más relevantes de este filme podemos decir que estamos sin lugar a dudad ante una película que debe sin mucho apuro superar la prueba del tiempo y establecerse como uno de los mejores trabajos del director Mexicano. Formidable, apasionante y de una belleza sobrecogedora, Gravity es una verdadera experiencia cinematográfica.
Calificación: 9/10
Ficha Técnica:
- Dirección: Alfonso Cuarón.
- Guión: Alfonso Cuarón, Jonás Cuarón.
- Reparto: Sandra Bullock, George Clooney.
- Género: Drama, Suspenso.
- Duración: 90 min.
- País: USA.
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HPS